Al noreste de El Cairo, en la zona
del barrio de Matariya y del aeropuerto internacional, se esconden los restos
de la antigua Iunu, conocida en griego como Heliópolis, una de las ciudades más
antiguas e importantes de Egipto, donde vivieron los sacerdotes más eruditos
del país. Sus monumentos desaparecieron tras la destrucción de Heliópolis y la
posterior expansión de El Cairo. Por este motivo, cualquier hallazgo en la zona
se convierte en todo un acontecimiento. La pasada primavera, el equipo
arqueológico germano-egipcio que excava en el barrio de Matariya descubrió unos
fragmentos de una estatua arrodillada del rey Merenptah, de la dinastía XIX, y
unos bloques de basalto de un templo construido por Nectanebo I, el primer
faraón de la dinastía XXX, del período tardío de Egipto.
Hace tan solo unos días los arqueólogos han descubierto un nuevo fragmento de la enorme estatua de Merenptah y nuevos bloques del templo de Nectanebo I, según ha informado el Ministerio de Antigüedades de Egipto. Cabe decir que entre los faraones Merenptah y Nectanebo I hay unos 800 años de diferencia. Del templo de Nectanebo I también se han recuperado fragmentos de las columnas y del techo, decorados con formas de estrellas, además de restos del muro de adobe que rodeaba la zona de los templos. Los bloques de basalto contienen inscripciones con los diferentes nomos o territorios de la época y representaciones del dios Hapi sosteniendo ofrendas. Los trabajos arqueológicos continuarán en la zona, según ha comentado Khaled Abul Ela, responsable del sitio arqueológico de Matariya.
Fotos: Ministerio de Antigüedades
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